Si pudiéramos personificarlo sería:

Christine tiene 28 años. Ella estudió diseño y trabaja como investigadora de tendencias de moda para una compañía que realiza este tipo de informes. Vive en Venice beach con su novio, Pete, de 32 años. El trabaja en un fondo de inversiones para startups y llevan 5 años saliendo juntos; los presentó un amigo mutuo en la universidad. Tienen dos perros adoptados y en su tiempo libre les encanta hacer surf, acampar y caminar por senderos de montaña. Son foodies, saben todos los mejores restaurantes de Los Angeles y es una de las primeras cosas que investigan de los lugares a donde viajan. Les gustan los objetos y espacios con diseño auténtico y están pendientes de las tendencias de moda en cuanto a ropa, música y decoración. Prefieren los hoteles boutique a las grandes cadenas y siempre están buscando vivir experiencias auténticas a donde sea que vayan. No son millonarios, pero tienen buenas entradas y capacidad de gasto para darse gustos buenos.

Son ávidos viajeros, su propósito es recorrer 40 países en los próximos 20 años y ya llevan 25. Les encantan los lugares exóticos donde puedan encontrar una mezcla entre autenticidad y servicios de primera categoría. Llevan apenas 3 meses planeando su matrimonio, pero les suena Colombia y específicamente Cartagena como el lugar donde celebrar su amor con sus amigos y familiares. Planean tener más o menos 100 invitados y la invitación a la boda incluye actividades previas como un día de playa y un rehearsal dinner que termina con clases de salsa en un bar del centro.

No hablan español.